Koyawe Nº31 - Noviembre de 2010


Para Revista Koyawe:
De mi libro “Del Útero al Sarcófago”
León Danilo

Reflexiones de cómo el hombre sale al camino sin saber siquiera lo que debe echar en su mochila y que le sea útil durante el viaje.
“…Escapamos del vientre materno, precipitadamente, antes de tiempo, como si el exterior fuera entusiasmante… “Para llegar a lo que no sabemos, debemos recorrer un camino que no conocemos” ; todos tenemos, al menos, dos alas para volar; debemos vivir en un mundo completamente material, pero hay esperanza para los que quieren compartir la vida material con la vida espiritual; todos topamos con misterios parecidos para los que no tenemos una respuesta y nos vemos obligados a tomar decisiones para las que no estamos preparados y que son tan inevitables como el mal tiempo; surgen dilemas de principio a fin de nuestra expedición.
Muchas prácticas que marcan nuestro camino provienen de tradiciones que , durante siglos, han estado presentes y que se formularon, probablemente, en culturas muy diferentes a la nuestra; actualmente vivimos en una sociedad compleja y plural, marcada por el materialismo, el bombardeo de sensaciones y una libertad de elección casi infinita; como si a un monje de claustro le preguntaran qué quiere comer y le dieran a elegir entre una gran variedad de platillos; ahora se puede elegir entre cien canales de televisión.
Los conceptos que antes iluminaban nuestro camino ahora nos llevan a un callejón sin salida de paradoja y ambigüedad; la verdad de ayer se convierte en la confusión de hoy y la bazofia del mañana, y viceversa, ¿Cómo tomar decisiones? ¿En quien confiar?
A veces no hay roces en el camino ni baches, el recorrido es agradable, incluso dichoso, la decisiones vienen, al parecer, dadas; entonces, casi de manera inevitable, repentina, viene un bache que nos hace crujir los huesos, o un atasco, un desvío, una colisión; uno se siente sumido en un mar de dudas y confusión, sin saber qué camino tomar o abandonar definitivamente, es como si el camino fuera el filo de una navaja, como si hubieran puesto lomos de toro durante la noche.
El difícil saber que echar en la mochila para evitar el peligro que todavía está por venir y estar mejor preparados para tomar decisiones sólidas y que ayuden a extraer las conclusiones que mejor puedan cubrir nuestras necesidades en cada momento ya que las señales de tráfico son confusas, no debemos olvidar nunca que la mejor guía surge de nuestra propia conciencia e introspección; debemos aprender a equiparnos para continuar el sendero con alegría y dignidad”.
Esperamos de la vida paz, amor, alegría, ¿Es eso posible?, “Alzo la mirada a los montes; ¿De dónde viene mi socorro?” .
Todos somos piezas normalizadas y homologadas de Estados que devoran toda manifestación social; ¿Le queda algo de su vida particular al ciudadano sin politizar todavía por el Estado?; y nosotros, a solas con nuestra singular conciencia, deseamos simplemente vivir; los hechos se dirigen a matar de una vez al yo, al sujeto, a la conciencia, a la persona, al individuo, en su irrepetibilidad y originalidad únicas; los Estados están ocupados primordialmente en producir y en no dejar que los ciudadanos podamos vivir a nuestro aire personal; vivir es lanzarse a la contienda y al conflicto.
Con toda claridad la inhumanidad está reflejada en todos nosotros; cada uno puede convertirse en un monstruo nazi o en un seguidor de Idi Amín, pero de igual manera cada uno tiene la oportunidad de llegar a ser Teresa de Calcuta; estar más cerca de Antígona que de Creonte…”
El autor viene de cordillera adentro, es representante de ninguno, descendiente de campesinos pobres que vivían su vida de pobres, temerosos del día y de la noche, nefasta herencia de las religiones, y cuyo adagio favorito era “La alegría de un pobre es anuncio de un pesar”; vegetaban en sus pequeños terrenos, donde se han establecido, ni Dios sabe por qué, y hasta donde Cristo jamás llegó.

Escritor, socio del Círculo Literario Carlos Mondaca Cortés.
Miembro de la Sociedad Artes y Letras de Arica.
Miembro de la Sociedad de Escritores de Chile.

Pseudónimo inscrito en el Departamento de Derechos Intelectuales, Nº 3.289.

n7leon9@hotmail.com

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